La que os espera cuando llore es gorda… jaja

Un bebé llora porque tiene hambre, sed, frío, calor, el pañal sucio o le duele algo. También llora porque busca la atención de los padres, está cansado o algo le ha asustado. Los padres rápidamente aprenderán a identificar el tipo de llanto de su hijo y a actuar en consecuencia.

Cómo calmarle

El llanto del bebé es un mensaje dirigido a los padres y es natural que éstos acudan a su llamada para tranquilizarle y transmitirle seguridad. Los padres comprobarán que la mayoría de las veces el bebé se calma en cuanto se atienden sus necesidades básicas.

Cuanto más pronto se atiende al bebé, más fácil resulta consolarle. Algunos estudios han demostrado que es más difícil calmar a un bebé que lleva llorando más de cinco minutos.

Contrariamente a lo que se cree, no se malcría a un bebé por responder a su llanto de inmediato. De hecho, se piensa que un bebé que es atendido siempre que llora aprende a confiar en sus padres y, posiblemente, llorará menos con el paso del tiempo. La creencia popular de que llorar es sano y fortalece los pulmones es otro falso mito que conviene desterrar.

En algunas ocasiones, el llanto no responde a ninguna causa aparente como el hambre, el frío o tener el pañal sucio. En esos casos, determinados rituales adormecedores pueden ayudar a los padres a tranquilizar al bebé. Acunarlo siguiendo un ritmo regular, cantar una nana, ponerle el chupete cuando se le caiga…

Si estos rituales se acompañan con una música tranquila o un paseo, siempre que la hora lo permita, tal vez se consiga calmar al bebé intranquilo. Si aún así el llanto persiste, lo mejor será consultar al pediatra, ya que puede que esté enfermo.

Según algunos estudios, en ocasiones se producen ciertos problemas en la adaptación del bebé a la vida fuera del útero materno. El llanto podría deberse no solo a estímulos externos, sino también a la actividad cerebral del bebé que empieza a adaptarse a su nueva vida.

Ante todo, los padres deben procurar mantener la calma, pues nada contribuye más a que el bebé siga llorando que el nerviosismo de sus padres. Esto es cierto hasta tal punto que si uno de ellos está especialmente nervioso, es mejor que abandone el lugar y deje que el otro se encargue solo de atender al bebé.

Durante las dos primeras semanas resulta normal que los bebés lloren hasta un total de dos horas al día. No obstante, los más llorones pueden llorar hasta tres horas al día durante las tres primeras semanas.

Con el transcurso de los meses se va reduciendo paulatinamente hasta llegar a un total de una hora al día. El llanto del bebé suele ser más frecuente entre las 6 de la tarde y las 11 de la noche.

Fuente: el bebé

2 respuestas to “La que os espera cuando llore es gorda… jaja”

  1. Patricia y Fran Says:

    Ponerle peliculas de Joselito q son muy bonitas!!!!

  2. Patricia y Fran Says:

    Veis,si se llamara Aitana no lloraria tanto.

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